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Las “Melcochas de María” nacieron en La Paz
Existe en San Ramón una hermosa tradición popular que se manifiesta cada año en la noche del 7 de diciembre por las calles de la ciudad, matizada por el correteo y la gritería de muchos niños y jóvenes. Es la víspera de la celebración en honor a la Inmaculada Concepción de María, más conocida como la fiesta de “las melcochas de María”.
Los grupos de niños forman grandes "barras" que corren por la ciudad visitando las casas donde se sabe que vive alguna mujer de nombre María; allí gritan todos: "María, María… melcochas, melcochas…” La María saldrá entonces al corredor o puerta de la casa a lanzar melcochas, confites o incluso monedas.
La gran diversión está en tirarse todos al suelo a tratar de recoger alguna confitura y así lograr un “botín" de dulces al final del recorrido. Es como si se realizara una verdadera piñata en cada casa de las Marías.
Actualmente, la Municipalidad, la Parroquia, comercios y vecinos, organizan y realizan esta tradición año con año en el centro del Cantón ramonense.
Origen
El origen de esta tradición local -muy propia a diferencia del "jálowin"- es bien conocido por doña Mana Isabel (Chavela) Vargas, quien falleció en setiembre de 2003 con 94 años (nació el 19 de noviembre de 1908)
Según su relato, cuando ella tenía unos 6 años de edad y residía con su familia en el barrio La Paz (distrito de Piedades Norte), fue vecina de una señora de avanzada edad llamada Paula Mesén.
Esta mujer fue la que tuvo la iniciativa de hacer un festejo en honor de María Vargas, madre de doña Isabel. Para ello, elaboró unas melcochas envueltas en hojas de limón y le propuso a Ismael Vargas, esposo de María, reunir a los "chacalines" de los Vargas, Rodríguez y Matamoros para que el 7 de diciembre María les tirara las melcochas mientras preguntaba: "¿Qué causa tanta alegría?", a lo que los niños contestarían: "Las melcochas de María". Esta primera vez se hizo dentro de la casa, ya que afuera reinaba un temporal.
Al año siguiente murió doña Paula Mesén, pero la costumbre de elaborar melcochas para las Marías continuó, y se extendió a otras familias del barrio. Se hacían de dulce de tapa al que agregaban menta, vainilla o semillas de linaza. Cabe mencionar que esta zona se distingue por la calidad de la caña de azúcar que se cultiva.
Doña María Isabel recuerda algunos nombres de aquel primer grupo de niños que disfrutó de las “melcochas de María” en La Paz: su hermana Socorro; Maximino, Jeremías, Manuel y Abelino Elizondo; Aníbal y Luis Ángel Rodríguez; Isabel Matamoros; Saúl, Ángel y Consuelo Vargas; Israel, Isaías, Francisca y Socorro Vargas, sus primos.
Pocos años después -alrededor de 1918-, un hijo de Paula Mesén llamado Maurilio, casado con Juana Morales, se trasladó a vivir al centro de San Ramón con sus dos hijos: Aníbal y Luis Ángel Rodríguez Morales. Esta familia propagó la celebración, al parecer con gran acogida por parte de la población ramonense, ya que se extendió rápidamente y perdura hasta hoy. Paradójicamente, en el distrito de Piedades Norte la tradición desapareció, en buena medida debido a la migración de la familia Vargas hacia la ciudad de San Ramón.
Fuente:
Información proporcionada por el Sr. Fernando González Vásquez
- Alajuela
- San Ramón